Ya probaste todas las rutinas de belleza pero nada parece funcionar, ninguna crema se adapta a tu tipo de piel que parece empeorar con el correr del tiempo. Tus mejillas se ven enrojecidas, hinchadas y secas. ¿Pensaste que eso puede ser rosácea?
La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se observa principalmente en las mejillas, la nariz, mentón y frente. Las manifestaciones incluyen enrojecimiento facial, pápulas, pústulas y sofocos recurrentes. También ocurren cambios como el engrosamiento de la piel, siendo muy común la nariz bulbosa, razón por la cual parece más grande. Quienes padecen rosácea se ven afectados no solo en lo físico sino también en lo psicológico.
Si bien la causa exacta de la rosácea es desconocida tiene una importante relación con todo lo infeccioso, vascular, y con los cambios de temperatura.
Expertos han podido identificar una serie de factores que conectan a aquellas personas afectadas. Por ejemplo, la prevalencia de rosácea es mayor en personas con piel blanca, particularmente aquellos con ascendencia celta o del norte de Europa.
Se calcula que la rosácea afecta hasta un 10% de la población adulta, la aparición de la afección generalmente comienza entre los 20 y los 50 años. Las mujeres son, en comparación con los hombres, mayormente afectadas y experimentan síntomas en las mejillas y mentón. Sin embargo, los hombres que padecen rosácea suelen presentar los cuadros más severos.
Síntomas de la rosácea:
- Erupciones parecidas al acné
- Vasos sanguíneos inflamados en la piel
- Ojos hinchados o sequedad ocular
- Cara enrojecida, nariz roja, grande y bulbosa
- Picazón
La rosácea es progresiva, los primeros síntomas pueden ser temporarios, pero a medida que las molestias y signos progresan, se van volviendo permanentes.
Si sospechás que podés tener rosácea te recomendamos acudir a un médico dermatólogo para que te guíe y aconseje un tratamiento que se adapte a tus necesidades.