Nunca sentiste tanto orgullo al exhibir tu cuerpo, tu panza está hinchada como una luna llena y te sentís más linda que nunca. Pero te resuenan los dichos de tu abuela, los cuales alertaban sobre los peligros del sol durante el embarazo y no sabés cuánto de ello es verdad y cuánto se trata de una leyenda popular.
Hay que cuidar la piel del sol durante el embarazo
No se trata de una leyenda, siempre debemos cuidar nuestra piel de la radiación solar, pero estos cuidados se deben intensificar durante el embarazo. Durante esta etapa se producen un gran número de cambios que hacen que tu cuerpo cambie. Uno de dichos cambios es el aumento de la hormona llamada melanocito, encargada de estimular la pigmentación de la piel. Como la misma puede estar sobreestimulada es probable que aparezcan manchas que luego son muy difíciles de quitar.
El sol durante el embarazo
El melasma o cloasma, comúnmente llamado “mancha del embarazo”, está asociado a los niveles hormonales elevados y es más frecuente en mujeres de piel morena. Las manchas aparecen por lo general en la frente, sienes, mejillas, labio superior y nariz. Son de color café claro u oscuro y son más visibles durante el verano luego de estar al sol.
Por este motivo, si estás embarazada, debés extremar las precauciones al exponerte al sol, por un lado para evitar quemaduras y lesiones, y por otro para evitar alteraciones de la pigmentación normal de la piel.
¿Cómo cuido mi piel del sol durante el embarazo?
Es fundamental que durante esta etapa uses una crema con FPS elevado. Los fotoprotectores no están contraindicados en el embarazo y es esencial que apliques uno antes de salir cada día, aún cuando no vas a estar directamente expuesta al sol o cuando esté nublado. Para ello te recomendamos el Protector Solar con FPS 80 y el Protector Solar con FPS 65 ambos especialmente formulados para pieles extremadamente sensibles, que requieren de una mayor protección e ideales para prevenir las manchas que se producen durante el embarazo.
Cuidá tu piel cada día para prevenir y aprovechá para mimarte mucho. Recordá tu embarazo por las fotos que guardaste, y no por las manchas que el sol dejó en tu piel.