Tu piel necesita mantenerse hidratada, sobre todo en el invierno que es cuando la piel más se reseca. Para ello podés cuidar ciertos aspectos de tu dieta que sin duda harán que tu piel se sienta más elástica y fresca.
Las frutas y verduras aportan un gran volumen de vitaminas y minerales que hidratan tu piel. Entre las más beneficiosas, se encuentran:
- La uva y los frutos del bosque (como arándanos, moras y frambuesas), ya que son antioxidantes y ayudan a mantener el cutis sano.
- La naranja, el limón, el kiwi y la mandarina contienen vitamina C y por ende son cicatrizantes.
- La banana, ya que le da brillo a tu piel y es rica en zinc, es decir que mejora y tonifica las células de la piel.
- Las frutas secas y los vegetales de hojas color verde oscuro, porque poseen vitamina E.
- El tomate y la cebolla son antioxidantes y muy beneficiosos para la piel.
- La zanahoria, la calabaza, el repollo colorado y la remolacha, ya que contienen vitamina A, que funciona como coagulante y ayuda a prevenir enfermedades en la dermis.
También el pescado, el huevo y los lácteos tienen vitamina E y ayudan a rejuvenecer la piel. Con respecto a las bebidas, recordá además beber abundante agua al día para mantener tu cuerpo, ¡y por ende tu piel!, hidratados. Los jugos naturales (de frutas o verduras) son súper nutritivos para la piel. Y en términos de infusiones, el té verde es un gran aliado ya que es antioxidante y contiene propiedades antiinflamatorias.
Por último, siempre que puedas, evitá las gaseosas, el café, la manteca, la mayonesa y el chocolate ya que le quitan humedad a la piel.